El camino andado

Queridos amigos y compañeros de Falsaria, tan solo quiero agradeceros por haber estado ahí siempre apoyándome durante este ya viejo año, por ello, quiero desearos de corazón algo muy muy especial, algo que creo que todos ansiamos cada vez más, quiero desearos mucho tiempo, tiempo del bueno, del que nada lo borra, tiempo para amar, para pasear de la mano de un niño, tiempo para pensar y meditar sobre lo grande que es lo pequeño, tiempo para el perdón, tiempo para contar cuentos al lado de viejos leños ardientes, tiempo para hacer bien sin condiciones, tiempo para aprender a dejar lo malo atrás, muy atrás y quemar todos los puentes posibles, tiempo para escribir historias infinitas.

De corazón este joven que aquí escribe, les desea mucho tiempo para los días venideros.

Feliz Navidad.

Labrida

Pd.: Como regalo de Navidad quiero dejarles este bello poema, que como arqueólogo de desvanes, encontré entre viejos papeles en una casa que pronto sería escombros, suerte de encontrarle, es muy probable que la persona que lo escribió ya no se encuentre entre nosotros y no esté escrito en ningún otro lugar, hoy, quiero compartirlo con ustedes y como un gran puñado de cenizas en la ventisca, renazcan sus ascuas y se eleve para siempre en el tiempo, tiempo que agradecerá un bello poema como el presente.

El camino andado

Por el camino que vine

ya nunca mas volveré

tanta prisa por andarlo

y ahora esta nostalgia de él.

No supe donde llevaba

y ni aún lo quise saber.

Marchaba por el gozoso

en busca de un no sé qué;

sombra de amor fugitiva,

ilusión, fragancia, sed…

Era de sueño mi frente

y eran de pluma mis pies.

La tierra se iluminaba

con luces de amanecer;

todo en ella florecía 

y mi corazón también.

Como a una fiesta marchaba

sin quererme detener;

pero se acabo el camino

y a la fiestas no llegué.

Quebrose el sueño en mi frente

de plomo fueron mis pies.

Ahora tras el horizonte

que imán de mis ojos fue

horizonte de promesas

he dejado de correr.

En tanto que a él me acercaba

iba alejándose él;

Y hoy como yo, se esta quieto

sin las promesas de ayer;

frente a mi, duro, implacable

en una espera cruel…

Si vuelvo por el camino

de cierto que le huiré;

por el camino que traje,

¿volveré a andarlo otra vez?

Henche, 26 de Marzo de 1942

Deja un comentario